El sitio exhala poesía y añoranzas, el lugar predilecto de los medellinenses que gustan departir con la música de antaño. Su ambientación, sus fotografías, sus obras, sus clientes, pero especialmente su música, lo convierten en un lugar donde es posible vivir el pasado de aquella ciudad de los tranvías, las mulas y las pianolas. Todo eso, en pleno centro a un paso de la Estación San Antonio del Metro.