Cochina envidia. Una mañana cualquiera, mientras intenta concebir un hijo con su esposo Leo, Ana se entera por la televisión de que María, su amiga del alma, acaba de ganar el premio a mejor libro publicado en España. Se trata de un galardón por el que cualquier escritor o escritora colombiana, como es el caso de ellas dos, estaría dispuesto a matar. Ana se queda estupefacta con la noticia, trata de ignorar su turbación, pero no lo consigue y termina por confesarle al espectador lo inconfesable: siente una profunda envidia; esa violencia que cruza por su mente y que le genera una emoción con la que le cuesta lidiar. Así, en esa ruptura de la cuarta pared, comienza a tejerse una relación cómplice e íntima con el espectador, que veremos a lo largo de la serie y con cada uno de los personajes. Quizá atravesada por la culpa o en el intento por cumplir un deber ser, Ana decide que quiere ofrecer a María una cena de celebración, junto a sus otras dos amigas del alma, Flora su propia hermana y Tina amiga desde la infancia. Ana es una apasionada de la cocina y María, aficionada a sus preparaciones, por lo que sabe es el mejor regalo que le puede dar.